Cualquier pérdida de diente, salvo la de las muelas del juicio, produce antes o después, problemas que no sólo van a afectar a las demás piezas dentarias, sino que también llegaran a implicar a oídos, estómago, cuello o a la articulación de la mandíbula.
En los últimos años han aparecido cerámicas de muy alta resistencia formadas por un núcleo de Oxido de Aluminio que se recubre de capas de Porcelana para dar la forma del diente que queremos tratar.
Con estas nuevas cerámicas, conseguimos en la actualidad una naturalidad y belleza absolutas ya que el color sale del seno del diente como en los naturales y no de la superficie como en las coronas de metal-porcelana.
Además su resistencia es muy alta no produciéndose casos de fracturas.
Existen tres tipos de prótesis:
- Fija, que pueden ser de Porcelana con base de metal, de Zirconio o de Óxido de Aluminio.
- Removible, que pueden ser de Metal y Resina o de Resina exclusivamente.
- Híbrida que son una combinación de Fija y Removible.